Sitio virtual donde se archivan los ensayos periódicos que escribe Álvaro G. Requena, sobre la situación política, social, económica y de salud en Venezuela.

miércoles, 28 de diciembre de 2016

Reflexión inocente

-->

Como corresponde al día de hoy, 28 de diciembre, día de los inocentes, es apropiado contar historias que resulten en sustos o angustias, o bien, en grandes alegrías y posteriores desilusiones. Al menos esa era la costumbre hace unos cuantos años: ¡Te ganaste la lotería!
¡Se murió Fidel!
¡Descubrieron petróleo en el lago de Valencia!
¡Se alzaron los cadetes…!
Y... , luego: "Já, já, caíste por inocente".
Hoy, aparte de la poca alegría que como pueblo creyente hemos mostrado en estas navidades, también estamos cortos de imaginación y, por supuesto, sentimos que la cosa no está para chistecitos. Hacer regalos, este año, resultó una tarea casi imposible, no solo por lo caro, también por la carencia de dinero contante y sonante, o sea, efectivo. A veces hubo solo lo justo para el mercado y sin poder darle una propina al muchacho que lleva las bolsas, por la falta de dinero, casi absoluta, en los cajeros. O sin poder pagar al contado porque la tienda no aceptaba billetes de cien bolívares fuertes. Hasta los mesoneros lo han pasado mal, nunca habían tenido menos propinas que ahora.
Hoy, miércoles 28, amanece la noticia de que el obsoleto y periclitado comunista, capataz del gobierno de Venezuela, volvió a cambiar la fecha de validez última del billete de cien bolívares fuertes. Ahora servirán hasta el 31 de enero de 2017. De las 72 horas perentorias y finales, al fin de esa semana y después hasta el 2 de enero. Y ahora, lógico, hasta el fin del mes. Nunca un plazo definitivo ha sido ejecutado tantas veces de forma diferente, por razones distintas y con tanta plasticidad y acomodo a las metidas de pata de sus ejecutores.
Total, que parece que seguiremos teniendo billetes de cien para tirar para el techo y regocijo del capataz, que los cela con tal pasión, que no quería que nadie los tuviera. Pero, dada la fecha de hoy y las ínfulas religioso-esotéricas del capataz: ¿No será una patraña más?
Sea lo que sea, lo que sí está claro, clarísimo, es la incompetencia generalizada del estamento administrativo del Banco Central de Venezuela. La impulsividad irracional y desconsiderada del Jefe del Estado y la impávida pasividad del pueblo, que ve suceder ante sus ojos la destrucción de su Nación y permanecen, quietos, espectadores del espectáculo más ruin y lamentable que jamás vieron ni verán. Testigos de un derrumbe de proporciones ciclópeas, protagonistas del rebaño más grande de sacrificables ofrendas a una de las más absurdas falacias humanas: el socialismo del siglo XXI.
Eso, en cuanto al día de los inocentes. Pero, que no caiga nadie por inocente, todo es una trampa…

Archivo del Blog

Acerca de mí

Mi foto
Caracas, Venezuela
Médico psiquiatra en ejercicio