Un bledo
(Artículo de opinión
publicado en la página 9 del diario El Nacional, el viernes 22 de junio de
2012)
No dejan de sorprenderme las
salidas mediáticas del candidato oficialista. Una de las últimas fue manifestar
su indisposición a debatir con el candidato de la oposición basado en que tal
persona, antes “majunche”, ahora es “la nada”. Sesuda observación del equipo de
asesoramiento que le aconseja el uso de semejantes calificativos para no tener
que enfrentar las realidades que plantea la unidad opositora.
Es evidente que se saldrá con la
suya y no dará el espectáculo que los demás deseamos ver, no sólo por ver a
Capriles debatiendo sobre las bondades de nuestros intereses ideológicos
políticos, sino por ver como defiende el Presidente, después de 14 años, el
inmenso fracaso de las políticas oficialistas y cómo, con su desparpajo y
jaquetonería, vuelve a plantear las propuestas electorales que ya le hemos oído
tantas veces y no hemos visto cuajar. Sería un debate entre lo prometido no
cumplido e incumplible y lo necesario, cumplible y obvio para los ciudadanos.
La descalificación del
adversario es clave para el gobierno. No saben cómo hacer para presentar batalla,
sólo a través del insulto, el desprecio y el amedrentamiento, se sienten
apoyados y seguros. Tu candidato no sirve, el mío sí.. Dominamos y controlamos
todo, hasta los posibles candidatos a los que puede tener acceso la oposición.
Ustedes son “nada”, sus candidatos también son “nada” y nos aseguraremos de que
aquí en este país no pueda haber otro gobierno que el que queremos imponerles…
Así es como funciona el esquema
electoral oficialista. Ayudados por la huella dactilar que identifica y abre el
sistema de la máquina de votar y recuerda el quién y el voto. Amedrentamiento
puro y simple. Las computadoras para funcionar guardan todos los procesos de
acuerdo con el tiempo marcado por el reloj interno. Fácil y total “tramparencia”,
aceptada con la misma pasión que aceptamos ganar el referendo de la
modificación de la Constitución y sin embargo la modificaron y la siguen
modificando.
Afortunadamente en la oposición
ya sabemos, después de tanto insulto y maltrato social y económico, que la
defensa que hacen los oficialista de su candidato y sus políticas no es
ideológica sino encubridora de corrupción y complicidad negligente contra la
nación. Saber eso ya es algo.
Algo es antónimo de nada y es
sinónimo de bledo, por eso es que me importa un bledo lo que digan de mi
candidato, que no tiene nada que ocultar ni rabo que pisarse. Prefiero seguir
viendo a Capriles ganar venezolanos a nuestra causa, casa por casa, y me
importa el mismo bledo que sepan por quién voté y seguro que a los millones que
elegirán a Capriles, también les importará un bledo las listas de votos y
votantes. Lo importante será siempre la Venezuela del futuro, democrática,
respetuosa y enaltecedora de las libertades individuales.