¡Hola, Diego!
(Artículo de opinión publicado en la página 7 del diario El Nacional, el viernes 3 de febrero de 2012)
Sigo sin entender porque decidieron
lo de las primarias, pero acepté, esperanzado,
ir y votar y luego, en las presidenciales, votar por el candidato
opositor, fuese quien fuese.
También decidí escribir una
serie de artículos al respecto, comenzando con Leopoldo y terminando hoy con
Diego, que es el más sabio, por ser el mayor.
Efectivamente, la edad es una
ventaja innegable en el pensamiento de las personas, la libertad que se asume
con los años es más satisfactoria que el arrojo de la juventud, aunque la
aventura del joven sea más estimulante y produzca más adrenalina. La sabiduría
está en hacer y decir lo que se piensa de tal manera que sea modelo, sea útil y
efectivamente oriente a los demás. La confrontación y la bravuconada, muchas
veces van de la mano. Las amenazas y manipulaciones son como harinas del mismo
costal y el viento suele dispersarlas. Saber hacer es resolver, decidir y
actuar. Para dar opiniones y hablar paja estamos nosotros, los opinadores de
oficio. Opinar es un arma, pero su contundencia, salvo muy honrosas ocasiones,
es casi nula. No obstante servimos un propósito social y cultural al plasmar en
blanco y negro lo que pensamos y piensan muchos.
Diego Arria, que tiene
experiencia en casi todo lo que se puede pedir a un ciudadano local y universal,
es un hombre libre, que dice lo que piensa y hace lo que dice. Sus análisis de
la situación de Venezuela son insuperables y sus propuestas también. La defensa
de sus intereses y de quienes le han secundado en su vida de trabajo, es clara
y decente. La denuncia del Sr. Chávez ante la corte de La Haya es un paso
definitivo, audaz y necesario hacia el fin del abuso y de la impunidad. Saber
que puede disentir de la propuesta estratégica para un próximo gobierno de la
oposición, es otro signo de madurez.
Lástima que seamos pocos quiénes
deseamos un cambio radical que incluya en primer lugar una constituyente, en
segundo lugar, auditorías de todo ente gubernamental y, en tercer lugar,
juicios imparciales, respetuosos y bien intencionados a cuanto gobernante o
empleado público abusó, se aprovechó e irrespetó los derechos de los
ciudadanos, más aún si cometió peculado. En eso estoy claro.
Se acerca el momento decisorio
para la candidatura presidencial de la oposición. Espero que los interesados votemos
masivamente. Es importante mostrar la motivación al cambio. Una votación masiva
en las primarias puede ser el chispazo que encienda la pasión que necesitamos
mostrar para arrastrar las voluntades a nuestro lado y tener un próximo
gobierno como lo han soñado Diego, Enrique, los dos Pablos, María Corina y
Leopoldo. La frescura de sus aportes no debe perderse y la influencia de sus
experiencias y esperanzas tampoco. Leopoldo entendió su papel y así lo van a
entender los demás con quién gane la primaria.