Sitio virtual donde se archivan los ensayos periódicos que escribe Álvaro G. Requena, sobre la situación política, social, económica y de salud en Venezuela.

viernes, 21 de enero de 2011

¡Es el lobo!

(Artículo de opinión publicado en la página 7 del diario El Nacional, el viernes 21 de enero de 2011)

Todos creemos saber quién es el lobo feroz y a los protolobos y otros aspirantes a lo mismo, los solemos identificar con prontitud y nos preparamos para el zarpazo. Así que le será muy difícil al lobo pasar por oveja y menos por dulce abuelita, como en La Caperucita Roja, fábula popular que el genio de Perrault convirtió en maravilla literaria para embelesar niños, educar adolescentes y recordar a los adultos la prudencia.

El mensaje anual me sorprendió. Un abuelito que buscaba un ingenuo acercamiento con la oposición. Dijo que devolvería en Mayo la patente de corso llamada “Ley habilitante”. Reconoció errores de calibración, diagnóstico y solución de problemas. Informó de las argucias de algunos financistas y banqueros. Nos advirtió, paternalmente, de los sacrificios del futuro y se solazó en los ejemplarizantes éxitos de estos últimos doce años, en materia económica, legal, sanitaria, educacional y diplomática. Ese abuelito, que por más de siete horas nos contó cuentos llenos de optimismo y al estilo de Perrault, utilizó historias populares y anécdotas de los personajes más resaltantes de la historia venezolana, intentó convencernos de lo equivocado que estamos nosotros, los vecinos y el resto del mundo, cuando pensamos que aquí manda “un militarote” y que esto es una “dictadura”. ¡No! Nos dijo. Repitió que aquí hay libertades y que estamos equivocadísimos quienes pensamos que…

Dijo que las gobernaciones y los gobernadores están seguros y atendidos, los Municipios y los alcaldes también, y que éste no es un gobierno que nos ha llevado al comunismo, pero sí a la democracia más democrática de las democracias y al socialismo del siglo veintiuno que no es más que la democracia. Punto.

También debemos saber que aquí no hay cultivos de drogas, que hemos acabado con un buen número de laboratorios, que se han expropiados bienes a los capos, que damos la lucha casi solos y a punta de convenios con países como Gambia. Que aquí somos tan respetuosos de las vidas humanas que los F-16 no les disparan a los aviones de los capos. como en otros países. Aunque se rían los narcos de los pilotos militares y corran las cortinas de sus aviones para no verlos.

La lista de logros, incluyendo las metas del milenio de la ONU, es impresionante por larga y explícita. ¡Qué bueno!

Tan buen comunicador y no hay una vez en 12 años que no tenga que decir que no le entendemos, que lo tergiversamos, que somos así o asao, que queremos pintarlo feo, que somos apátridas y no queremos a Venezuela por que no pensamos como él, ni creemos todo lo que dice, que no vemos lo que ellos hacen, que no le reconocemos nada, pero Lula sí. ¡Qué bueno, que tenga quien le reconozca y alabe sus méritos! ¿Y quién mejor que Lula, que sabe que otros también pueden guiar su país y se llevó el reconocimiento de propios y extraños?

Es el abuelito atrayendo a Caperucita, porque la Venezuela en la que vivimos los demás no es esa. Todos esos números y logros espero que sean verdad, pero también lo son: la inflación, los robos, los secuestros, los asesinatos, la escasez de viviendas, alimentos, medicamentos y repuestos, así como la lenta y enrevesada justicia, el sectarismo y la exclusión de los ciudadanos de cargos públicos y ventajas populares, por no ser o no estar con el oficialismo, son la parte demostrada del teorema de que el lobo sigue siendo lobo y nosotros debemos de dejar de ser caperucitas.

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