Reflexiones de fin de año

(Artículo de opinión publicado en la página 10 del diario El Nacional, el viernes 26 de diciembre de 2008)

En la Navidad, acostumbro hacer un recuento mental de lo vivido desde el comienzo del año. Inicialmente, pesa más en mi recuerdo lo padecido que lo disfrutado, pero luego se inducen las reminiscencias de lo agradable, lo divertido y lo esperanzador, dejando al olvido los sucesos dolorosos, tristes y penosos, y también las frustraciones, desilusiones y malos momentos.

Comenzamos el 2008 con alegría y llenos de esperanza. El repudio, en diciembre de 2007, a la reforma constitucional fue una inyección de optimismo, a pesar de la inmediata descalificación de la consulta electoral por parte de Chávez y su aseveración de que la reforma iría de cualquier manera. Por vía de decretos, las 26 leyes de la habilitante y con el aval de una Asamblea obsecuente, el gobierno introdujo los cambios negados, con otros nombres y bajo supuestas mejoras legales y de procedimientos. Faltó la reelección indefinida, cortina de humo, hoy relanzada con algún propósito avieso.

A las severas críticas públicas por la existencia de presos políticos y los retardos judiciales, Chávez opuso una ley de amnistía, que corta en su alcance y egoísta en su contenido, fue, sin embargo, bien recibida por el pueblo venezolano.

La reconversión monetaria, que presentó algunos problemas con la identificación de las monedas y el manejo de las cantidades, también fue recibida con gusto, pues se facilitan los cálculos y los nuevos billetes son agradables a la vista. Parte de las ventajas del paso a bolívares fuertes, se han perdido por la inflación, así que pronto tendremos que repetir la experiencia.

También fue motivo de controversia y un acto de injusticia, rebajar las cuotas de dólares americanos en internet a sólo 400 anuales. Las limitaciones que eso ha impuesto a quienes dependemos de información profesional extranjera, han sido lastimosas. El costo de mantener el flujo de información y las relaciones profesionales internacionales, tan necesarias, ha sido prohibitivo e imposible de conservar.

Otro suceso relevante fue el osado rescate por parte del gobierno colombiano de un grupo de secuestrados por las FARC. Capítulo final de una serie de videos de guerra y suspenso, que comenzó con los intentos infructuosos de ayuda desplegados por el gobierno del Presidente Chávez y siguió con las mentiras y dilaciones de la guerrilla, que trajeron como consecuencia enfrentamientos entre Chávez y Uribe, agravados por la incursión del ejército colombiano en territorio ecuatoriano, la muerte de varios jefes de la FARC y la captura de computadores personales atiborrados de información comprometedora.

Finalmente, como remate a un año plagado de desencuentros, las elecciones de autoridades regionales evidenciaron que las fuerzas políticas en Venezuela ya no están tan desequilibradas, con apenas un poco más de votantes del lado de la oposición y la disidencia chavista, también mostraron que el Presidente se siente únicamente gobernante de la gente de su partido con exclusión manifiesta del resto de los venezolanos. Lo cual me lleva a recordarle a él y a los compatriotas, que los venezolanos somos todos quienes habitamos en este país y que los gobiernos y las personas pasan, pero el gentilicio permanecerá, por muy maltrechos y empobrecidos que termine dejándonos el mal gobierno que seguiremos padeciendo, hasta que por la fuerza de los votos y el coraje de los votantes, lo cambiemos.

¡Feliz año nuevo!