Sitio virtual donde se archivan los ensayos periódicos que escribe Álvaro G. Requena, sobre la situación política, social, económica y de salud en Venezuela.

sábado, 12 de enero de 2008

Reflexión de año nuevo

(Artículo de opinión publicado en la página 11 del diario El Nacional, el 11 de enero de 2008)

Este año viene preñado de expectativas buenas y positivas, casi todas generadas por nuestro espíritu luchador y sintonizadas con el incurable optimismo y la alegría de los venezolanos. Todos estamos cabalgando el caballo alado del futuro. Todos montados en esperanzas.

A cada argumento negativo, destructor o paralizante de un lado, se opone un argumento positivo, constructor y activador, del otro lado. Al final, las cosas tendrán que resultar buenas y positivas para el país, mientras estemos todos de acuerdo, al menos, en respetar las decisiones de la mayoría, pues eso es cultura, sabiduría, respeto y democracia. Todo lo demás es ruido y polvo que levantan los pasos que damos quienes pretendemos llegar a la meta de organizar, adecentar y hacer eficiente, solidaria y estable la democracia.

Bienestar, queremos todos. Las formas de conseguirlo pueden variar, de acuerdo con la ideología política, pero, a la larga, deseamos lo mejor y trabajamos por ello.

Así pues, saludamos como positivo el decreto ley de amnistía, no obstante ser incompleto y parcializado, pues no se concibe amnistía selectiva. O la amnesia para el hecho es olvido para todos los involucrados por igual, o no es amnistía.

También saludamos la reconversión monetaria, que nos permitirá un uso más racional de nuestras capacidades de cálculo, incluidas las calculadoras.

Soñamos, con esperanza y motivación, en las próximas elecciones regionales para gobernadores y otros cargos de servicio público. Demostraremos la fuerza de las convicciones y de la buena voluntad, a través del voto.

Lamentamos la miopía y falta de respeto por los ciudadanos, de algunos de los personajes clave del Gobierno. En concreto, aquellos que tratan los temas de la economía y el dinero en general. Considero un castigo colectivo la disminución a sólo 400 dólares del cupo para Internet y la eliminación de las tarjetas prepagadas para el consumo en monedas extranjeras en el exterior. Es obvia la precipitación y desconsideración de estas medidas. Pagan justos por pecadores, ante la incapacidad manifiesta de coordinar y gerenciar, por parte del Gobierno, las restricciones cambiarias.

Espero con interés que los reveses políticos, económicos y en la salud, que hemos experimentado como consecuencia de los errores estratégicos del Gobierno, nos traiga, en el proceso de reflexión iniciado por el Presidente, que se sincere y se cambie el rumbo que un país como Venezuela necesita para no estancarse.

Sigo esperanzado en la liberación de todos los secuestrados. Las gestiones humanitarias deben continuar, pero sugeriría al Gobierno de Venezuela que se atuviese al papel de facilitador. Ser facilitador de un proceso implica que se actuará en beneficio del proceso, sin perjudicar, criticar, maltratar o parcializarse por alguno de los actores.

Este Gobierno se ha caracterizado por negarle credibilidad a las personas y sólo aceptar su propio juego; ese mismo criterio lo quieren aplicar ahora, dándole cero credibilidad al gobierno de Uribe y toda la credibilidad a las FARC. Actitud que pone en entredicho la buena voluntad tantas veces mencionada por el presidente Chávez y le hace sospechoso de planes de mayor alcance político, que simplemente pretender el Nobel de la Paz.

En todo caso, si hubo alguna estrategia con posibilidades de ser exitosa, fue la de agriar las relaciones entre Colombia y Venezuela. ¿Sería éste el verdadero propósito de las FARC?

Archivo del Blog

Acerca de mí

Mi foto
Caracas, Venezuela
Médico psiquiatra en ejercicio