Sitio virtual donde se archivan los ensayos periódicos que escribe Álvaro G. Requena, sobre la situación política, social, económica y de salud en Venezuela.

sábado, 11 de agosto de 2007

“Arcitivi”

(Artículo de opinión publicado en la página 15 del diario El Nacional, el 10 de agosto de 2007)

Pido excusas a mis lectores por usar como título de este escrito un acrónimo de origen angloamericano. Trataré de explicar mis razones, en la esperanza de que la bondad del lector acepte con caridad mi debilidad. Sí, pues de debilidad se trata. Siento que desde mi posición de observador de la vida nacional a través de la televisión, la radio y la prensa, estoy casi imposibilitado de tomar otras acciones que no sean: trabajar, conversar, escribir y participar en el Consejo Comunal de mi parroquia, todo ello desde un ambiente familiar unido y recoleto.

Decía todo eso porque últimamente me ha entrado más angustia de la corriente cuando veo que el asunto de RCTV se ha vuelto a plantear y esta vez parece que es una de esas situaciones que llaman “pierde-pierde”, pues por donde la decida el gobierno, alguien va a perder. En RCTV ya perdieron la señal nacional, los equipos de retransmisión y algo más, ahora van a perder quien sabe qué. La gente está a punto de perder otra vez a RCTV y de ñapa varias estaciones de televisión por cable. Me recuerda aquella novela de Jorge Amado sobre “la muerte y la muerte de Quincas Berro Dágua”, excepto que esta segunda muerte de RCTV no va a ser cómo la Quincas y de morir, no lo hará como quería hacerlo, pero sí rodeada de todas sus amistades.

Leyendo y oyendo a Marcel Granier, que pinta clarito la situación, no puedo menos que pensar que aún entendiendo perfectamente lo que él dice, no estoy de acuerdo con su planteamiento de que se trata de un problema político. Opino que es un problema visceral: digestivo y escrotal, como tantas veces se ha dicho. Por tanto la única manera de acabar este asunto es que RCTV deje de ser RCTV y se convierta en “Arcitivi”, que es lo mismo pero más internacional. El problema final van a ser los programas de opinión, pero igual, es cuestión de cambiar los nombres de presentadores, entrevistadores y programas. En lugar de mencionar a Venezuela se puede hablar de “un país en el Caribe”, del “patrio nido” o “nido” a secas. A Hugo lo pueden llamar “El Reformador” ó “César” y a Ramírez, “Catilino”. A Petróleos de Venezuela, “Cooperativa Unida Betunera Americana” y a Cuba no la nombren. Así nadie podrá decir que se trata de programación dirigida a este país o al otro.

Ese problema de las persecuciones viscerales lleva ya tiempo en el mundo, han sucedido varias muy odiosas y cruentas, como las persecuciones a los judíos y a los cristianos, las persecuciones de Stalin, Hitler, Mussolini, la falange española, el macartísmo en los EEUU, la revolución cultural china del 1966, la lista de Tascón y ahora los periodistas que fueron invitados a los EEUU a un viaje de observación y contacto con otra cultura. A este paso vamos a tener que pasar todos por la Asamblea a declarar y ser enjuiciados, si es que alguna vez aceptaste un viaje de estudios u otro tipo de aprendizaje a algún país imperialista y, para este gobierno, casi todos lo son y a los que no nombran todavía es que los están cazando. En todo caso el mensaje es claro para los gobernantes del imperio: no los inviten así, háganlo asao. Por que ni una cosa ni la otra van a dejar de suceder, iremos a ver y nos seguirán invitando a verles. Vendrán a vernos y nos verán.

Al final, el asunto es que todo está claro y enredado a la vez y es que tiene que ser así, pues como decía alguien, que no me puedo acordar quien fue: al reformador lo que le interesa es reformar, por eso ama y desea que hayan cosas que estén mal y torcidas.

Archivo del Blog

Acerca de mí

Mi foto
Caracas, Venezuela
Médico psiquiatra en ejercicio