Sitio virtual donde se archivan los ensayos periódicos que escribe Álvaro G. Requena, sobre la situación política, social, económica y de salud en Venezuela.

viernes, 29 de junio de 2007

Cómo decir NO

(Artículo de opinión publicado en la página 15 del diario El Nacional, el 29 de junio de 2007)

No poder decir NO, a alguna situación o solicitud, es un problema para muchas personas que suelen evitar así sentirse culpables. De hecho, una queja frecuente es la imposibilidad de cumplir con tantas propuestas como las que aceptan algunos por no haber podido negarse.

Lo que sucede a nivel personal también puede suceder a nivel social, político y hasta internacional. Un ejemplo trágico fue el de los países europeos aceptando tácitamente, sin decir NO, la conformación de la Alemania nazi, luego de la primera guerra mundial, estando en vigencia el tratado de Versailles que prohibía tal crecimiento y expansión. Tanto creció Alemania, ante los ojos atónitos y complacientes de quienes no decían NO, que terminó subyugando a casi todos los signatarios del famoso tratado.

A nivel local, en Venezuela, hemos sido testigos de un pueblo aceptando con alto grado de sumisión los frustrantes desmanes electorales y la imposición de leyes y reglamentos ad-hoc para justificarlos.

Demasiados SI pueden al final traer un NO inesperado. Eso está pasando en Suramérica y en Venezuela. Muchos países no dijeron NO y aceptaron propuestas que hoy son cuestionables. Son varios los que ahora quieren decir NO. Cada uno de ellos ha desarrollado su forma inédita de decir NO. Pero todos ellos basados en los principios básicos del NO contundente y efectivo: decirlo con cortesía, firmeza y suavemente.

Por ejemplo, el Presidente Lula de Brasil, tiene su muy especial manera de decir NO y de oponerse así a algunas de las propuestas impulsivas, viscerales, emocionales y poco estudiadas del Presidente venezolano. Lula no quiere seguir aceptando todo lo que a Chávez se le ocurra, pero él no quiere decir NO directamente, tajantemente, así que tiene que buscar una forma de hacerlo y parece ser que la encontró en el congreso brasileño, que serán los encargados de decirle NO al Presidente Chávez en materias tales como: RCTV y Mercosur.

Los Presidentes del Uruguay y de Argentina andan también en esa onda, pero para ellos el dilema del SI contra el NO es más simple: harán, respecto del Mercosur, lo que haga Lula, que ya sabemos que hará lo que diga el Parlamento. ¡Fácil!

Aquí en Venezuela, decir NO ha sido difícil, de hecho dejamos de decir NO porque, tristemente, llegó a tener la connotación de ser SI, y cuando en el referéndum dijimos SI, resultó que fue NO. Así pues aprendimos que SI era NO y de nada valía decir SI. Dejamos de decir NO.

Ahora las cosas cambiaron, los jóvenes nos están enseñando a decir NO. Cada vez, más jóvenes dicen NO y cada vez más los que no somos tan jóvenes decimos NO. Estamos recuperando nuestra capacidad de decir NO. Ya no será tan fácil vivir pasivamente aceptando lo inaceptable y lo indecible, ahora sabemos que podemos decir NO y que decirlo de manera directa, cortés y contundente es fácil. Decir NO con gestos y palabras puede no ser eficaz en un primer momento, pero a la larga conforma una actitud imbatible.

Nos quedan muchos NO por decir en materia política, educacional, económica y social.

Espero que tengamos la fuerza para seguir el ejemplo que hoy nos dan nuestros hijos y nietos, que saben, por que lo llevan en la sangre, que nos dormimos un rato por cansancio, desilusión, frustración y desánimo, pero que ya nos estamos despertando emocionados, ilusionados y contentos, con la alegría y frescura del mensaje de lucha activa sin descanso por un NO rotundo y constante al abuso de autoridad y a la coartación de los derechos que asisten a los venezolanos.

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