Sitio virtual donde se archivan los ensayos periódicos que escribe Álvaro G. Requena, sobre la situación política, social, económica y de salud en Venezuela.

sábado, 2 de septiembre de 2006

¿Alcaldes perfidos?

(Artículo publicado en el diario El Nacional, página A-7, el día 1º de septiembre de 2006)

Quería escribir sobre una de las atrocidades nazis que se conmemoran hoy: el proceso de exterminio sistemático de los enfermos mentales, llamado por ellos ?muerte misericordiosa?, que decretado el 18 de octubre fue, sin embargo, fechado el 1º de septiembre de 1939, para hacerlo coincidir con el inicio de la segunda guerra mundial.

En el proceso de búsqueda de información, fui interrumpido varias veces por las noticias políticas de estos últimos días y me ocupé más, por ahora, del desagrado y la inconformidad con los sucesos políticos, que de criticar a quienes desprecian al individuo y creen que hay quienes no tienen el mismo derecho a la vida que otros o piensan que es un derecho que concedemos los demás.

Finalmente, al leer el comunicado del Alcalde Metropolitano, el asombro invadió mi mente y mi mano escribió sobre lo que me impresiona hoy. En dicho comunicado se describen las condiciones humanas, políticas y administrativas de los alcaldes de Baruta y Chacao, a quienes, a propósito de las reuniones del Consejo Metropolitano de Políticas Públicas, el Alcalde Barreto se sintió en la obligación de acusarles ante la opinión pública.

Para empezar, debo señalar que, aun siendo habitante de Chacao desde hace 26 años y casi habitante de Baruta, donde vive el resto de mi familia, nunca imaginé que esos dos jóvenes, alcaldes, siendo tan transparentes, desenvueltos y carismáticos, fuesen tan rudos, vulgares, agresivos, violentos, desalmados y putrefactos, como para maltratar a las viejitas y a los niños de sus municipios. Ya le advertí a mi madre de 87 años que no le abra la puerta a nadie y mucho menos al alcalde del municipio Baruta y que, si puede, llame a la policía Metropolitana para que vayan a salvarla. Lo mismo dije en mi casa, en Chacao.

Comienzo a darme cuenta de cuan engañados nos tenían Capriles y López. Gracias a Dios que la realidad de su perversidad ha sido plasmada en tinta y fotos a colores en los diarios más leídos de la comarca. Por fin sabemos la verdad sobre lo que hacen y han hecho. Gracias a Barreto podrá comenzarse el proceso de cuantificación de los muertos que se achacarán al dúo municipalista: muertos por hospitales cerrados, muertos por el paro. Este es el momento de iniciar el proceso de instauración de un sistema de tratamiento psicológico y hacer públicos los ingentes casos de trauma psíquico producidos por el terror generado por las guarimbas y la creación del clima de guerra, confrontación e intolerancia que, según dice el comunicado, ellos protagonizaron y promovieron.

¡Qué barbaridad! De lo que han sido capaces esos muchachos. Y cuan engañados estábamos. ¿Cómo logró López hacernos creer que se ocupaba de los niños, de Salud Chacao y de los viejos en la casa de la juventud prolongada? Nos tendieron un velo sobre los ojos con las podas de los árboles, las reparaciones de las calles, la señalización, los paseos para peatones, el mercado, las calzadas para ciclistas y la disminución de la inseguridad pública.

¿Qué hicieron para aumentar la vida nocturna y los comercios en los dos municipios? ¿Por qué los caraqueños se divierten en el este? La única explicación es que esa es la perfecta coartada para efectuar los desalojos nocturnos de los ancianos y de los niños.

Ironías aparte, estoy muy sorprendido de la madurez y presencia de ánimo de los alcaldes Capriles y López. Algún psicólogo experto en comportamiento humano debió señalarles que a las conductas inadecuadas del Alcalde Metropolitano, la única respuesta posible es dejarlo que se embarre solito y que se revuelque de la pataleta. Mientras más lo miren y menos le contesten mejor y cuando menos se lo espere, háganle una demostración de aprecio, ayuden a su alcaldía. No hagan lo mismo que él, no le tiendan trampas ni establezcan jugadas arteras imposibles de resolver. No se retiren de sus obligaciones y relaciones con la Alcaldía Metropolitana, pero no entren en conflictos ni discusiones personales. Mantengan un ritmo de contacto variable y, por favor? no se rían de él. El nunca pedirá excusas por el abuso de su verbo. Jamás reconocerá que, como los nazis, mintió, tergiversó los hechos, engaño a propios y aliados, desconoció tratados de amistad y colaboración mutua y propuso soluciones para su interés personal, que desafiaron la paz del pueblo y la dignidad del hombre.

No se cómo Capriles y López pueden mantener la calma y la cordura ante la agresión artera e inmerecida a que están siendo sometidos por Barreto y sus secuaces. Admiro la sindéresis y control emocional de ambos y les auguro un futuro de éxitos continuados y mucho trabajo.

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