Sitio virtual donde se archivan los ensayos periódicos que escribe Álvaro G. Requena, sobre la situación política, social, económica y de salud en Venezuela.

sábado, 8 de julio de 2006

Primarias tibias

(Artículo de opinión publicado en el diario El Nacional el viernes 7 de julio de 2006 en la página A-8)

Efectuar elecciones primarias multipartidistas e ideológicamente diversas, en este país que sus gobernantes están a la caza de conseguir cualquier información ?léase: listas? para prensar, como decimos en criollo, a los opositores o, dicho en palabras escogidas, para garantizar su hegemonía política, es una propuesta poco feliz. La idea había sido desechada, pero tres de los pre-candidatos presidenciales han decidido reactivarla, retando a Súmate a efectuarlas en tiempo record.

El asunto es: ¿por qué ahora sí y antes no? ¿Será la vieja costumbre de no dar las verdaderas explicaciones de las decisiones políticas, de urdir siempre las decisiones como secretos de alcoba de los íntimos participantes y presentar los hechos como cumplidos o por cumplirse sin mayores argumentos? ¿Qué cambió? ¿Por qué los paladines de la democracia representativa, que con valor, resistencia y denuedo, se lanzaron como candidatos presidenciales, decidieron ahora que sí van a las primarias? ¿Ahora sí está bien que se listen los votantes oposicionistas?

Estamos viviendo una época muy difícil, hay que tener mucho valor para lanzarse de candidato a las elecciones. Si aspiras a algún cargo de elección y no tienes la aceptación del grupo gobernante te juegas la paz y la tranquilidad de tu familia y hasta la libertad y la vida. Siempre hemos estado orgullosos de nuestros valientes conciudadanos por arriesgados y solidarios. Hemos sufrido más de una dictadura feroz y hemos aprendido a vivir "mientras tanto".

El poder nos atrae y nos disgusta, amamos a los poderosos y despreciamos a los abusadores. Hasta en la cárcel, llenos de grillos u otras pesadillas, hubo bardos que cantaron su libertad. Los venezolanos sabemos, por que es un saber atávico, que el poder corrompe y que hay que saber esperar, que cada cosa tiene su momento y que cada cambio, su ocasión.

Tenemos que estar unidos en este "mientras tanto", pero unidos no significa unificados. Unidos habla de una causa común, mas no de una uniformidad de pensamiento ni de formas de hacer. Todos sabemos qué queremos o no queremos, pero nuestras maneras de conseguirlo pueden ser diferentes. Debemos ir decantando nuestras aspiraciones y asimilando vías de acción más efectivas, en un proceso que no se puede acelerar.

Unas primarias no son una buena respuesta a nuestros problemas electorales. Ni son una forma adecuada de establecer la legitimidad de un candidato ante el sistema electoral actual, ya que implica, de hecho, la aceptación de tal sistema como confiable. Para nuestros valientes candidatos ir solos o unificados, es igualmente insensato. No les obliguemos a ese sacrificio inútil.

El problema de ir a las elecciones es más complejo que el solo hecho de presentar aspirantes e ir a votar. Si de eso se tratara no viviríamos las angustias que estamos viviendo. Presentar un candidato en estas elecciones o cualquier otra que maneje el Consejo Nacional Electoral, es una condena al fracaso y expone al candidato y a quienes voten por él a la incertidumbre, la desilusión y a ominosas presiones guberna mentales.

La historia recoge situaciones jocosas que tuvieron su origen en lo inadecuado de los procedimientos electorales o lo inaceptable de los actos de gobierno, una de ellas es la historia de Frederico, un chivo que fue propuesto como candidato a alcalde del pueblo El Pilar en Brasil (1996) y que estuvo de primero en las encuestas hasta que lo mataron.

Otro caso fue el de Pulvapies, que salió electo en 1967 alcalde del pueblo de Picoaza en Ecuador, pues la gente depositó por voto una papeleta de propaganda para desodorante de pies, de corte y aspecto similar a la boleta oficial de votación.

No sé qué se nos podría ocurrir en Venezuela, y quizás sea esa la razón por la cual el gobierno insiste tanto en la votación electrónica, pero algo habrá que podamos hacer que ponga en evidencia el inadecuado sistema electoral venezolano.

Hay que tener paciencia y determinación, no vale la pena desgastarnos en luchas supuestamente legítimas e imparciales, cuando las evidencias indican lo contrario. Planeemos el futuro desde la solidaridad de los que nos sentimos engañados y que sabemos que tenemos que esperar y trabajar. La espera activa exige ir tejiendo la red de la unidad, reconociendo y alistando nuestras fuerzas culturales, morales y políticas, haciendo oposición con planteamientos valientes y atrevidos, pero sin compromisos indebidos.

Por el momento y dentro de la política del "mientras tanto", votemos nulo, pero votemos, ese es, posiblemente, el único modo de que el gobierno sepa cuántos somos y no sepa quienes somos.

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