Candidazos
(Artículo publicado en el diario El Nacional el día 17 de marzo de 2006 en la página A-11)
No entiendo la actitud que han adoptado algunos líderes y partidos políticos de la oposición respecto de las próximas elecciones presidenciales. Hace 100 días, pedían que no fuésemos a votar pues no estaban dadas las garantías de respeto y protección del voto y el registro electoral permanente (REP) no merecía la confianza del elector.
Hoy, parece que las cosas han cambiado hacia la normalidad, hay búsqueda de candidatos por parte de la oposición y más normal aún: hay ofertas de candidatos.
¿Qué pasó, que yo no me enteré? ¿Qué cambió?
Se ha dicho que para cambiar las instituciones hay que usarlas, sólo los usuarios saben que cambios se necesitan y pueden exigirlos. Los cambios que vienen de arriba se constituyen en medios para retardar, hacer ineficiente y hasta fraudulento el funcionamiento de la institución. Con las elecciones sucede igual. Para reclamar hay que votar. Estoy seguro de que es más útil votar nulo que no votar.
No le veo sentido a no votar. La abstención electoral como actitud colectiva suena muy bien y es una bofetada al gobierno, pero es una posición insostenible y condenada al fracaso por ser estimulante de la apatía y la desmotivación política y social, además de que mimetiza la abstención natural con la intención política del que evita votar.
Me encantaría que el Presidente cambiase, que su lenguaje y actitud fueran menos agresivos e irrespetuosos, que gobernase para todos y no sólo para quienes no firmaron, y para quienes le adulan y piensan que ?cogiendo aunque sea fallo? es la actitud nacionalista y enaltecedora del gentilicio que deben tener los venezolanos. Los venezolanos que firmamos exigimos un trato paritario con quienes no firmaron. Los venezolanos que estamos sometidos a la discrecionalidad de quienes detentan el poder en todas sus formas, esperamos algún día la justicia equitativa, transparente y generadora de seguridad que merecemos para la protección de nuestras personas, familias y bienes. Si la revolución debe impulsarse, hay que hacerlo, pero dentro de los cánones del respeto al individuo, a la propiedad privada, a la libertad de pensamiento y de acuerdo con las leyes y la constitución. La revolución aún siendo primordial no puede estar por encima de las leyes y éstas no deben torcerse o adaptarse para cumplir la revolución.
Si el Presidente cambiase, quizá votaría por él. Asumo que si no cambia, no cambiarán las instituciones que de manera aviesa y no equitativa le mantienen ahí. Por tanto seguiré votando nulo.
Los candidatos de la oposición son todos buenos e interesantes personajes. De estar las instituciones electorales del lado del respeto y la equidad, me sería muy difícil escoger uno por el cual votar.
Los candidatos ?opositores?, inducidos por el gobierno, saldrán a la palestra pronto. Ellos persiguen legitimar al gobierno como democrático y plural. Sus apoyos vendrán de agrupaciones derivadas y ligadas con los partidos de gobierno. Sus discursos serán críticos del gobierno y de Chávez. Habrá quienes creerán en ellos, como creyeron en Arias Cárdenas. Hay tanta gente esperando un líder que les haga creer que lucha contra Chávez, que sus posibles votos electorales serán baratos, por el precio de lo que quieren oír.
El panorama que presiento es el de unas votaciones presidenciales con una mayoría de votos nulos y un posterior referendo revocatorio exitoso, a la mitad del próximo período.
Sí, para el 2010 es la cosa. Ahí tendremos el próximo y definitivo revocatorio y de ahí saldrán tres cosas importantes: primera, Chávez fue revocado; segunda, el régimen político y social que trató de instaurar en el país, no le gusta a la mayoría; tercero, firmar es un derecho que no implica delito ni penalidad alguna.
Es la única manera de soslayar el REP, usar el CNE y salir de este gobiernito, sin quemar a nadie de la oposición.
¿Por qué se lanzan los candidatos de la oposición a competir por la presidencia? Todos saben que serán descalificados, vituperados, burlados, agredidos y hasta detenidos por causas injustas, insuficientes y arteras. Todos saben que sus vidas y las de sus seguidores y colaboradores más cercanos corren peligro. Todos sabemos que es una lucha inútil.
¿Por qué lo hacen, por qué se lanzan a la palestra pública? Creo que por ingenuidad, por candidez, por querer creer, por desear lo mejor, por la esperanza de que las cosas cambien, que el CNE y los nuevos rectores le traigan credibilidad a las elecciones. Al igual que yo pienso que si Chávez cambiase, yo votaría por él. Cándidos, candidísimos, candidazos.