Sitio virtual donde se archivan los ensayos periódicos que escribe Álvaro G. Requena, sobre la situación política, social, económica y de salud en Venezuela.

miércoles, 10 de agosto de 2005

Cacta güellas




Me perdonaran los acuciosos miembros de la Real Academia Española y sus correspondientes de la venezolana, por haber colocado la diéresis en la ?u? de la palabra del título, ya que en el original ?letrero a mano alzada colocado en la entrada del centro de votación en el Colegio San Ignacio de la ciudad de Caracas- no estaba. Obviamente que se ajusta más a la realidad actual escribir ?guellas?. La tremenda complicación que representa la colocación de los dos puntitos sobre la U, no va con la terrible simplificación de la cual hace gala el proceso revolucionario, por tanto, ?güellas?, que sería más adecuado al español, sin embargo lo es menos al idioma necesario para la comprensión popular y trascendente de la revolución y sus avances en todos los sentidos, incluyendo, cómo no, el idioma y el socialismo democrático e idiosincrásico local, de inspiración, mejor dicho, aromatizado, con el sabor cubano, representado por ese paladín intercontinental que fue Fidel Castro, hoy ensalzado y exaltado a los altares internacionales de la política reconcomiada, recalcitrante, anticuada y revanchista, por ese ídolo casi galáctico, manirroto, pródigo, entrometido, falto de respeto, manipulador e ideológicamente empastichado, que es Chávez.

Es evidente, al menos para mi, que no estamos hablando bien nuestro idioma, pero debo reconocer que mi opinión al respecto, aunque auténtica y muy sentida, no vale de nada. El idioma no es lo que yo quiero que sea, el idioma terminará siendo lo que el vulgo hable y escriba. Si no hay quien guíe o si quienes guían lo hacen sin consenso, sin conocimientos o sin otro interés mas que el de hablar como sea, estaremos mal, el idioma irá paulatinamente decayendo en calidad y aumentando en localismos muy diferenciados del resto de los hispano parlantes. Fíjense ustedes en el espánglish. Cuando CNN u otra de esas cadenas de noticias presenta a algunos personajes que supuestamente hablan español, sus construcciones gramaticales y hasta el significado de las palabras que usan, son muchas veces graves y severos ataques al idioma. Lo mismo sucede en nuestros diarios coloquios nacionales.

Ya no es necesario captar huellas, ahora se ?cactan güellas? y por supuesto, la máquina que lo hace es la ?máquina cacta güellas?. La pretendida precisión del lenguaje puesta de manifiesto en la constitución, donde se define el género de cada cargo y actitud, como si tal cosa fuese necesaria, no se mantiene en la realidad, y cuando la necesidad de definir situaciones u objetos, verdaderamente lo exige, nos encontramos que ese CNE, tan preciosista, puntillista, preciso y extremista definidor, no se toma el trabajo de mostrar a sus empleados y conductores del proceso, como se dice y se escribe la esencia del estado policial persecutorio al que nos han llevado: la máquina captadora de las huellas digitales.

Me tocó sacar la nueva cédula de identidad el pasado día 8 de agosto, el día siguiente a la votación para la elección de Concejales y Concejalas y Representantes ante las Juntas Parroquiales. Cuando la amable señorita que le toco constatar en su computadora portátil la existencia de mi persona con la fotocopia de mi vieja cédula de identidad, introdujo los números de mi cédula, me dijo al rompe: ?usted votó?. ?Si señorita, yo voté?.

Me pregunto si es adecuado y conveniente que la dirección de identificación sepa si yo voté o no.

Finalmente para entregarnos la nueva cédula había que poner una vez más los pulgares en el ?cacta güellas?, pues esa es la nueva fórmula de identificación en este país, así constataron que era yo y me entregaron mi nueva cédula de identidad.

Dentro de poco, como en la ciencia ficción, el gobierno ?gran hermano protector- sabrá todo de nosotros, desde lo que hacemos hasta lo que dejamos de hacer. Un verdadero estado policial en el cual la libertad del individuo queda absolutamente constreñida.

Recordemos, sin embargo, ese viejo dicho: ?Hecha la ley, hecha la trampa? Por cada vía que me marquen como camino obligado, encontraremos un atajo y una alternativa de movilización, según mi parecer y muy libre albedrío. Andaré por el camino que quiera, con quien quiera, como quiera, cuando quiera y a donde quiera.

La sensación, cada vez más pringosa y desagradable, de que no estamos bailando y que nos están haciendo bailar al son que otros tocan, me resulta odiosa e inaceptable. Los resultados de la votación del 7 de agosto, muestran que la oposición jugó el juego que el gobierno quería: mantener e incrementar su cuota de poder sin mayores tropiezos y movilizar el medio millón de votantes necesarios para desmontar en dos horas todas las proyecciones sobre la importancia de la abstención, elaboradas durante las 9 horas anteriores. Similar procedimiento al del 15 de agosto del 2004, cuando el referéndum revocatorio.

La ventaja de los estados policiales es el dominio de las masas por medios de control aterrorizantes y el fomento de las complicidades, su desgracia son la sensación de ahogo y la insoportable perdida de la autonomía del individuo. Aquí estamos llegando rápidamente a ambas. ¡Qué terrible!

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