Actualidad al 18.05.2003 – ¡6.000 dólares!
Por fin se resolvió CADIVI a soltar los dólares. Le dieron a una de las empresas importadoras y fabricantes de alimentos más grandes de Venezuela y del mundo, es decir, a una transnacional, los tan apetecidos dólares. No le han dado ni uno a otras empresas igualmente grandes, sean nacionales o foráneas. Me atrevo a decir, aun a riesgo de parecer envidioso, que ese beneficio inmenso de los seis mil dólares lo obtuvo la empresa CARGILL por su comportamiento consecuente con la revolución bonita durante el paro nacional laboral y empresarial de diciembre-enero 2002-2003. Ahí está la clave. Se ganaron la confianza del gobierno y éste, respondiendo con solidaridad a tanta fe y lealtad, les paga con la misma moneda: fe y lealtad. El gobierno cree en ellos como ellos creen en el gobierno; por eso los sacaron de abajo y les dieron los ansiados dólares. ¡Regocíjense las empresas leales al gobierno, que lo que viene es el cuerno de la abundancia! Ya no más penurias. Tengan fe. Sean leales. Todo está arreglado para ustedes, el precio que pagaron por su esfuerzo, se oficializará con la entrega exclusiva de los dólares para que salgan de abajo y, como a los demás no les darán, no tendrán competencia en el mercado. ¡Qué éxito, hermano, qué éxito! Ahora podrán pagar el alquiler de la casa del presidente de la empresa o de su CEO, como es llamado en el lenguaje empresarial internacional. Del trigo y de la harina, nos ocuparemos después.
Todo calza. Ha sido un exitazo el impulso a la pequeña empresa individual con los micro préstamos para estimular el desarrollo de una economía de micro industriales, tal y como fue mostrado por la TV. Recuerdo aquella señora que daba rendidas gracias al gobierno por la ayuda para comprar una pequeña máquina manual para hacer pasta que luego vendía al público local. ¿Quién iba a pensar que esa señora sería competencia para cualquiera de las fábricas industriales de pasta? Pues sí, fíjate. Sí es competencia. Peor aún, ella produce todavía y las grandes fábricas no. ¿Qué tal?
¿Y los pollos? Lo mismo. Gracias a los gallineros verticales, ahora hay productores independientes de pollos y huevos, que están sustituyendo a los industriales que no tienen alimentos, ni vacunas, ni huevos fecundados o pollitos y que si los tuvieran se les iría el beneficio en criarlos, beneficiarlos, empaquetarlos, congelarlos y distribuirlos; en cambio, el productor independiente no tiene ese problema: los pollos comen maíz y pican tierra, no se vacunan por que no hay vacunas ni Ministerio de Sanidad que supervise, se matan cuando se necesitan y se les venden a los vecinos o a quien venga a comprarlos al precio que quiera el productor, porque no hay pollos en ninguna parte, ¿Okey? ¡Negocio redondo! Ah… y si no hay pollos suficientes, se importan de Brasil, sin pagar aranceles, sin solicitar dólares, sin supervisión sanitaria, pagando comisiones y después veremos a que precio se venderán.
Vendrán pronto los microempresarios individuales de hortalizas y de ganado a sustituir a los grandes cultivadores, a los criadores y a los mataderos industriales. Ya está sembrado el paseo Vargas, no habrá pues problema con el abastecimiento de hortalizas cultivadas con celo revolucionario como experiencia ejemplar de cultivos microempresariales exitosos. Las invasiones de tierras no abandonadas ni sin cultivar y las pasadas de tractor para cambiar los tipos de cultivo a los decretados por el gobierno, así como la utilización de tierras antes dedicadas a la cría de ganado vacuno y ahora destinadas para la producción agrícola, son un preámbulo dramático del futuro. Los dueños anteriores no se habían dado cuenta de esa posibilidad, criaban ganado donde era más rentable sembrar y sembraban donde era más rentable criar. Qué cosa, qué absurdo, y después dicen que el productor privado sabe lo que hace. Pero gracias a estos sabios revolucionarios y en concreto a Efrén, Ministro del Agro y sus bondades y a Adán, el hermano que también quiere ser presidente, se está aclarando el panorama agrícola y pecuario. Esto no va a ser como lo que pasó en Barinas cuando parcelaron fincas que expropiaron y entregaron con regadío por canales del sistema del río Santo Domingo. Ahí están los canales inservibles y las fincas en otras manos que no fueron las originales ni las siguientes. Ahora no va a ser así. Esta vez si van a trabajar los adjudicatarios las fincas adjudicadas y van a poder comprar fertilizantes, semillas, becerros y tractores chinos y no van a necesitar intermediarios ni comercializadores, ni habrá corrupción. Y si no producen suficiente, se importa de Brasil.
En resumidas cuentas, tenemos que reconocer que el gobierno consecuente con su política de achicamiento («downsize») de la economía industrial privada, hizo bien en represar los dólares, por que si no fuera así, díganme ustedes, ¿cómo se iban a pagar la importaciones de alimentos que habrá que hacer desde Cuba y Brasil? Que, además, no serán muchas, pues con tanto desempleo, comeremos cada vez menos y menos veces.
Revertir ese proceso, luego del referendo y las siguientes elecciones, va a costar mucho tiempo y esfuerzo. Pero será para todos como criar a nuestros hijos, con dedicación, disciplina (viene de discípulo, implica ejemplo), constancia, sacrificio y una enorme fe en nosotros mismos, en nuestra solidaridad social y en nuestra capacidad de ser productivos y exitosos, además de trabajadores y defensores de los más altos valores morales, religiosos y patrióticos. Nunca más dejaremos en las manos del pasar del tiempo y en las frases rimbombantes y vacías de los populistas, iluminados y mesiánicos, el terrible y agotador esfuerzo de construir nuestro país como lo queremos, para todos y con todos, sin excepciones y sin limitaciones, pero con reglas y normas que faciliten la convivencia y velen por el bienestar, la salud, la educación, las libertades y los deberes de los ciudadanos.
Sitio virtual donde se archivan los ensayos periódicos que escribe Álvaro G. Requena, sobre la situación política, social, económica y de salud en Venezuela.