¿Y el helicóptero?
Hace
varios días, el 30 de diciembre, un helicóptero militar venezolano de origen
ruso, desapareció en el amazonas.
Mal
tiempo parece ser la razón principal que ha impedido su búsqueda. Al menos eso
ha sido informado así por las autoridades competentes. No dudo del mal tiempo,
tanto del atmosférico como del político. El hecho es que una semana después
seguimos sin noticias del helicóptero y sus tripulantes. Sin embargo, como
corresponde a un país donde no hay libertad de expresión ni de información y se
reprime la publicación de los análisis e investigaciones periodísticas
profundas, aunque no se sabe nada y nadie ha ido de forma particular y privada
a investigar o indagar, sin embargo algo se ha colado y no faltan las insinuaciones
terribles sobre el suceso y sus causas e, igualmente importante, sobre el
porqué no se habla públicamente del asunto.
Ese,
suele ser el resultado de la opresión y la represión. Innumerables conjeturas.
Piensa mal y acertarás. Pero de la verdad nada.
Obviamente
que la supresión de la libertad de información trae tranquilidad, temporal, a
los perpetradores del desafuero, pero promueve incertidumbre, inseguridad,
inestabilidad, desconfianza y miedo. Sí, así mismo, miedo y excesiva
preocupación en la población, que no son estúpidos, no fueron cogidos a lazo.
Son gente normal que sabe que si no les informan sobre un suceso de ese calibre
en un tiempo prudencial, generalmente horas, algo muy malo, muy temible y muy
cercano, está sucediendo o ha sucedido. ¿Qué es lo que pasa? Yo tampoco lo sé.
No me lo quiero imaginar. Pero tampoco puedo imaginarme unas fuerzas armadas,
supuestamente cohesionadas, leales y hermanadas, aguantando las ganas de ir a
buscar a sus compañeros por cualquier medio posible, a pie, en bote, otro
helicóptero, avionetas, etc., etc. ¿O es que esa actitud ya no existe en las
fuerzas armadas y se reconocen a sí mismas solo como el brazo armado del grupo
político en el poder?
No
hay que ser muy fantasioso o imaginativo para suponer cosas o elaborar dramas
alrededor de los asuntos sórdidos que el gobierno pone peor. Basta escuchar
noticias del extranjero y chismes locales. Los unes y tienes toda una tramoya
política, guerrillera extranjera, traficante e invasora, poco beneficiosa y excesivamente
controladora de la zona, o bien, equipos aéreos defectuosos de origen. El
gobierno ha favorecido, desde hace años, la convivencia espuria y el
aislamiento de esa zona. No ha habido visión geopolítica nacionalista, sana y
adecuada, pero sí argumentos crematísticos suficientes para mantenerla. Son un
país dentro de nuestro país. Son un secreto a voces que todos conocen y pocos
mientan. ¿Tendrán que ver con eso los cuentos sobre las guerrillas que tienen
zonas de expansión y santuarios en el amazonas venezolano, o serán más bien
relaciones trastocadas con el tráfico de piedras preciosas, minerales y otros
asuntos?
Espero
que la respuesta sea, al fin de las investigaciones que se harán en algún
momento, que un rayo le pegó al helicóptero y fue tan terrible el hecho
fortuito de la naturaleza, que se cayeron al río y entre pirañas y caimanes
lograron nadar y salvarse todos, vivieron bajo la intemperie, comiendo pavones
crudos y esperando que sus compañeros de armas llegaran a salvarlos. Y no fue
un fallo mecánico o electrónico por baja calidad, como ya ha pasado y puede
seguir pasando, en ese tipo de equipos. En fin, los pilotos sabrán si montan
equipos defectuosos o es la madre naturaleza que desata a veces su indómita
furia, o son víctimas de agresiones de otros entes armados incontrolables.
¿Quién sabe?