Quisiera…
(Artículo de opinión
publicado en http://www.el-nacional.com/alvaro_requena/Quisiera_0_405559580.html
el viernes 9 de mayo de 2014)
Quisiera ser economista, para tener argumentos más densos, con peso
específico, basados en teorías económicas demostradas por el uso y el éxito, y
poder criticar con bases teóricas sanas y sólidas, lo que hoy sólo puedo
comentar desde lo hondo de mis vísceras y lo vacío de la despensa y la cesta de
los remedios. Ni siquiera me sirven de referencia mis finanzas, pues la
situación es tal que el rasero de las carencias y el desabastecimiento hace que
el dinero de los ingresos no pueda comprar lo que, simplemente, no hay.
También quisiera poder hablar de porqué me parece extemporáneo, absurdo
y burlesco, que sea ahora, 16 años después, cuando van a empezar a producir, a
garantizar el abastecimiento y a mantener los precios justos. ¿Y en estos años
pasados que fue lo que hicieron…?
Quisiera ser ingeniero y, a ser posible, ingeniero de carreteras,
autopistas, puentes, viaductos, trochas, caminos, túneles, vías de tren,
petrolero, viviendas y urbanismo, para poder explicarme y explicarles,
apreciados lectores, el porqué del rezago en todas esas ramas de la
construcción y producción petrolera.
Además, si ya soy ingeniero y economista, podría calcular el costo de
lo construido, la cantidad de dinero invertida, la perdida y, si tuviera un
amigo policía, serio, respetable, honesto y sin miedo, sabríamos donde están
esos dineros. ¿Qué tal?
Quisiera ser abogado y tener además experiencia en legislación, pues
aparte de poder criticar con precisión los obvios desmanes y abusos que vemos a
diario, sabría también porqué los inversionistas dicen que no tienen seguridad
jurídica y sus inversiones se encontrarían en un limbo sin límites a merced de
las veleidades discrecionales de los administradores gubernamentales de turno.
Así podría entender por qué, si leo la Ley y siento que la entendí y la veo
clara y concisa, respecto de mi conducta y la de mis semejantes, hay quienes la
interpretan de forma diferente y hasta opuesta y no sólo no dan explicaciones,
sino que la solicitud de tal cosa es considerada una afrenta punible.
Quisiera ser matemático, experto en aritmética compleja, e interés
compuesto, para entender por qué Merentes dice cifras y porcentajes que Ramírez
dice diferente y Maduro cree que entiende y explica al revés, pero, la
oposición que sí las entiende, no las explica.
Y por último, quisiera ser político profesional, pues sin tomármelo
personal ni a la tremenda, como economista, ingeniero, abogado y matemático,
podría decir con propiedad que este gobierno no es que sea tan malo, ni tan
corrupto como dicen, pero sí es, definitivamente, incompetente y desatinado.
Al final, los políticos siempre tienen la razón y los que fallan el
boche somos los votantes, los economistas, los ingenieros, los abogados, los
matemáticos, etc