¡Hola, Pablo!
(Artículo de opinión publicado en la página 7 del diario El Nacional, el viernes 9 de diciembre de 2011)
Hay diferencias entre los candidatos: cinco de ellos tienen biografías en internet (Wikipedia) y además pudieron pagar de entrada y sin remilgos el millón de bolívares fuertes que exigió la Mesa de la Unidad para la inscripción en las primarias.
Medina no. Se declaró pobre, no pudo pagar y tuvo que ir fiado después de hacer notar lo inconveniente del cobro, tampoco tiene para pagar propagandas por ningún medio ni para hacerse una biografía en internet. Siempre ha estado en la palestra como contestatario inteligente, parco y directo, que tiene pocos filtros y con acceso a fuentes de información importantes. Comunista desde la adolescencia, formado en Rusia, rebelde dirigente sindical, fundador y motor de varias toldas políticas, vocero constante del sindicalismo bolivarense, constituyente y apóstata del chavismo, tiene un puesto en el ánimo del venezolano decente que sabemos que siempre contaremos con él y con sus profundas rabias y decepciones.
Luchador por causas perdidas, lleva en su bagaje de denuncias el asesinato de Danilo Anderson, la conducción inadecuada de PDVSA, las relaciones del gobierno con las FARC, el proyecto expansionista de Chávez, la escasez, la inseguridad, el abuso judicial y la sumisión de los poderes públicos. Hoy, igual que en 2008, propone: ¡Vamos por ti!, refiriéndose, por supuesto, a Chávez.
El otro Pablo, el Pérez, desconocido por muchos hasta hace poco tiempo, se presenta con la familiaridad y la seguridad del que tiene tiempo andando por ahí. Hábil político, lleno de buenas intenciones, con biografía en Wikipedia, puede con todo lo que exige la MUD y cuenta con apoyos tan variados como su actual partido UNT, su viejo partido AD y además COPEI, el MAS y Bandera Roja. No está fogueado en sindicalismo pero si en experiencia administrativa como Secretario de gobierno del Zulia y actualmente de Gobernador. Su propuesta de plan de gobierno en torno a los “seis pasos para rescatar la industria petrolera” son acciones necesarias, urgentes e impostergables para el futuro del país.
Maracuchos al poder, parece ser una consigna que se ha vuelto popular y algo tendrá de razón, pues si antes fue Rosales, de grata recordación pero mal presente y ahora es éste Pablo, el Pérez, algún significado más que sentimental tendrá su candidatura. ¿Será que los venezolanos necesitamos la alegría de la gaita y del hablar maracaibero para elevar nuestra tradicional manera de ser a zumbona, socarrona, despreocupada y solidaria, en lugar de la sombría actitud que los desmanes socioeconómicos del gobierno han clavado en nuestro espíritu?
¿Quién sabe?
Uno de los Pablos tendrá un apoyo electoral más notorio que el otro, pero felicitémonos, porque ambos son representantes de esa Venezuela pujante, decente, digna y libre que queremos seguir teniendo.
